sábado, 1 de septiembre de 2007

…Aeropuerto - Alicante

Ya está, se acabó el viaje, no pongo punto y final, porque esto es un punto y seguido. Entraré en materia por última vez.



Después de estar esperando en el aeropuerto en esta comatoso un puñado de horas, con Yusef, el francés y las coreanas, fuimos a facturar sobre las 8 y pico. Yo acojonado por el peso, porque me pesaba un quintal la maleta. La primera en aventurarse fue Mai. Aunque fue a la misma vez. Por mi parte bien, peso 23.4 kg, no me dijo nada la mujer, me miro de reojo la mochila del portátil como diciéndome si no era un poco demasiado grande, le di a entender que era la mochila del portátil. Me dijo cosas en un ingles raro raro, que si ya de por si mi ingles es penoso, le sumamos la pronunciación del ingles japonizado, peor todavía. Resulta que me decía si llevaba explosivos, chucillos y objetos similares en la mochila, como si me cupiera eso ahí dentro. La mujer que atendió a Mai fue otro asunto. Para empezar le peso su maleta, la bolsa de mano y la mochila del portátil, todo junto, con lo que peso 30kg. Lógico a mí me llegan a pesar mi maleta y la mochila del portátil a la vez y sobrepasa los 30kg. Pues la mujer esa no se que pretendía, pero le hizo pagar a Mai el exceso de equipaje, o sea 10kg a 30€ el kilo hace un total de 300€, ay ay uf uf, dolor. Me hacen eso a mí y no pago. A saber que haría, que me trajeran un interprete y a ver el asunto.
Tras facturar a esperar otra vez, y con mi descomposición gastrointestinal que tenia, fue eterno. Embarcamos por fin a la hora que era, 10:00. Nos dieron asientos distintos y la Mai estaba sentada detrás de mí. Al lado de Mai se sentó una japonesa, que dio la casualidad que sabía francés, y con el francés y el japonés de ambas les dio para mucho.
A mí lado se sentó un japonés. Nada mas despegar, empezaron a cebarnos y yo masoca que fui comí, menos mal que no me sentó mal. Mientras comí el japonés de al lado entro en acción y prácticamente hasta el final del vuelo. Como comía yo con palillos ya por inercia habían tenedores pero ni se me ocurrió cogerlos, al verme comer sin ni un problema de me dijo joshu desu, que viene a ser que soy hábil. El hombre este en cuestión de 10minutos pillo una confianza como si fuéramos amigos de hacia tiempo. Se puso ha preguntarme que tal en Japón, que hice, donde había ido, que me gustaba, que tipos de comida había probado etc. Todo eso en un japonés super de calle que hablaba el, súper rápido y bajito, con lo que le pillaba poco, menos mal que sabia ingles de pronunciación de japo y le pillaba lo que decía. Aparte de lo que preguntaba, me hizo o prácticamente me obligo a enseñarle todo aparato tecnológico que llevaba encima mía, me miro el portátil, le gusto mucho; me miro la cámara de fotos es Panasonic le encantó también, el era fan de la marca Panasonic, ya que es marca japonesa; el MP3 igual, escuchamos los dos todas las canciones, todas eran en japonés y eso le sorprendió, él me pedía canciones en castellano y yo no tenia ni una. Hablamos de los artistas, de los animes, me dio la noticia de que la cantante del grupo Zard (muy conocida en japon) habia muerto y me choco bastante, porque era joven y me encanta. Me hizo leer todo el menú que estaba en katakana, me enseño kanjis, y lo mejor del hombre, cuando salio la palabra hentai, y fue la polla. Nos decíamos mutuamente que éramos hentais y todo eso. Me dijo como había que ligar con las japonesas. Un descojone de tío.
Menos mal que se sentó ese japonés porque la mitad del viaje que estuvimos hablando se me pasó rápido.



Llegamos al aeropuerto de Frankfurt a las 15.30, con lo que solo habían sido 5horas de vuela, JA, ojala, fueron 12horas y media de vuelo. Se notaba que ya no estábamos en Japón porque las colas eran desorganizadas y caóticas y en las escaleras mecánicas más de lo mismo, eso en Japón no existe.
En el control de seguridad, me abrieron la mochila del portátil, porque tonto de mí que tenia una botella de agua y no la saqué >_<, le dije que lo sentía que la tirasen, pero me dijo que no que me la tenia que beber entera delante del segurata, madre mía con mi dolor de barriga que tenía meterme medio litro de agua de golpe, era lo que me faltaba. Ya en la puerta de embarque se notaba que estábamos cerca de España, porque ya habían más españoles y más ruido. Después de las 12horas del avión de Japón las 2 horas hacia Barcelona ni me enteré. Ya en Barcelona se notaba que ya estábamos en casa. Caos por todas partes, los trabadores estresados y de mala ostia. Y como no retrasos, miraba las pantallas y muchísimos con delayed. Para no ser menos, nuestro vuelo a alicante, con media hora de retraso. Por fin aterrizamos en alicante después del vuelo que ni me enteré. Las maletas tardaron un huevo en salir, llegaron dos vuelos más después del nuestro y se fueron antes. Con lo que a las 23:00 pasadas ya salimos y vimos a la familia, y ya conciente de que estaba en España. Hoy después de haber estado un día en España y no tener nada d jetlag. Tengo la sensación de que he estado en Japón hace meses, súper triste >_<. Ya me ha llamado la familia para preguntar, he contado batallitas, he comido con mis padres y más gente. Y todo bien. Y poco mas, esperando para mi cumpleaños que este año viene con visita esperada ^^. No doy por terminado el blog porque me faltan fotos que subir y cosas que contar. Que post mas largo la leche, lo que a dado de sí un día entero de aeropuertos y aviones.

Sugoi como diria Yusef.

jueves, 30 de agosto de 2007

…Tokyo - Nagoya - Aeropuerto…

No se si me he saltado algún día o algo, pero estoy perdido, ahora mismo estoy en el aeropuerto, en una sala que no lleva a ninguna parte, sentado en el suelo mientras limpian una y otra vez el suelo con una maquina super ruidosa, son las 3 de la madrugada, asi que estoy en la tontuna. Estoy junto a un canadiense, dos coreanas y un francés. Hoy si ya puedo decir que nuestro periplo de mes y medio por japon a llegado a su fin. (centro de comunicacion del aeropuerto xD)

Arrrrrg, anem a vore. Llegamos a Nagoya el miércoles a medio día, después de haber cogido el shinkansen más lento, tardo 3 horas ya que era al kodama, el hikari tardaba 2 horas y 20 minutos. El ryokan no estaba mal pero la vieja que lo regenta es algo bruta y con escasos modales. Ese día hicimos “día remember”, y fuimos de nuevo a Oasis21 (ya fuimos con Pablo y Esther, que recuerdos ^^) que es donde estaba el Pokemon Center y la tienda de los estudios Ghibli, para comprar los últimos regalos. Cenamos el okonomiyaki en el centro comercial subterráneo (como todo lo que hay en Japón) de enfrente de la estación de Nagoya.



Al día siguiente, o sea hoy, Arturo y Miguel regresaron a España, y nosotros nos fuimos con los dos muertos que son las maletas a la estación de Nagoya para dejarlas en una consigna. Aprovechamos el día para ver el castillo de Nagoya y un templo. El resto del dia hasta las 8 de la tarde, dando vueltas y comiendo por ahí, que gracias a ello descubrimos que no hay tantos japoneses si no que son los mismos que dan vueltas, porque nos cruzamos a las mismas personas varias veces. Nos hemos quedado sin ni un yen a día de hoy, lo poco que nos quedaba nos lo hemos gastado en la entrada al castillo de Nagoya y en los metros, hasta quedarnas con 0 yenes encima. Y nada más, hemos venido al aeropuerto, ya que la abuelita del ryokan nos dijo que imposible quedarnos una noche más, con lo que nos ha tocado hacer noche en el aeropuerto y esperar a coger el vuelo a las 10.30 de la mañana. Espero que los maletones que llevamos nos las pasen como si nada, y no se pongan tontos con el peso.


Hasta dentro de muy poco.

...Tokyo II...

Como empezar… esto ya esta finiquitado prácticamente, el día de hoy ha tenido poca chicha, ya que nuevamente nos hemos levantado a las tantas y hemos salido del hostel a las tantas. Nada mas salir hemos cruzado media ciudad en metro para ver la torre de Tokyo, la torre mola mil, es super grande, mas que la torre Eiffel, se veía desde todos los ángulos, exceptuando cuando había un rascacielos cerca, que no son pocos. Para subir al primer nivel de la torre tienes que pagar 800 yenes, y otros 400yenes para subir al segundo nivel. Las vistas molan mil, pero justamente hoy, había niebla con lo que se veía poco.






Entre ver las vistas y hacer cola para bajar, se nos han hecho las tantas, y habíamos quedado a las 6 de la tarde con Hiro (un amigo de Marka) en Hachiko después de ir a Harayuku. Con lo que hemos ido nuevamente a Harajuku a ver lo que había que ver, Takeshita Doori. La calle en si, como no, es toda de tiendas, pero estas no son pijas, son como más alternativas y algo extremistas y repetitivas. Y por fin me he comprado algo, es algo decentillo nada extremista. Y que se note que es de Japón, ya que dos camisetas tienen kanjis.


Ya a la tarde, después de comer en un menú de 880 yenes en un fast food italiano en la misma calle de Takeshita, llamado “la pausa”. Hemos ido para Shibuya, a dos minutos en tren (dos minutos reales), a ver a Hiro. Un japonés típico, flaquito, gafipasti, y empanao. Nos ha dado una vuelta y luego se ha ido a un concierto, y yo me he vuelto para el hotel. Mare meva la que ha caído aquí, sobre las 7 ya empezaba a relampaguear, y cuando ya estábamos en shibuya, sobre las 7:45 ha empezado a tronar y rápidamente a llover a lo bestia. Te veías en el famoso cruce de Shibuya petado de gente corriendo para todos los lados, como molaba.

(Para quien va dedicada la foto, si no)

martes, 28 de agosto de 2007

...Tokyo...

Pues hoy nuestro primer día completo en Tokyo, ha sido locura padre. Es lo que me esperaba de esta ciudad. A primera hora del mediodía (sí, a mediodía, nos hemos levantado súper tarde), hemos ido a Harajuku, al barrio de la moda. Nada más salir del metro ya vimos una marea de gente que iba avenida abajo, y nos unimos a la masa. Esa avenida estaba llena de tiendas y tiendas, todas pijas, y cuando nos hartamos, nos metimos por una callejuela a la izquierda. Eso ya era otra cosa. Tiendecillas de origen desconocido pero aun así pijillas. Se salvaban tres pares de tiendas. Luego ya en el hotel, Esther nos dijo que esa calle no era la buena, era una paralela, donde ahí sí que está la ropa rara y cosas de esas.



Cuando la Mai se había gastando la vida y yo solo me había comprado un miserable chaleco de pinta añejo, fuimos a Shibuya en plan rápido, sólo para ver la estatua del perro Hachiko que está justo enfrente de la estación, ver los edificios bestiales que hay (tres de ellos con pantallas de televisión gigantes), ver cuatro calles donde ponían Jpop, y ver mucha, mucha, mucha gente en el cruce de la calle de la estación con el otro lado. Es brutal, pasos de cebra hasta en diagonal, y cuando el semáforo se pone en verde hay gente cruzando para todas las direcciones, y nadie se choca con los demás. Impensable en España.

Después de acabar en shock al ver tanta cosa, fuimos a Akihabara, para ver mucho más. Esta vez fuimos a las tiendas que ya vimos por fuera el primer día. Que a tiendas me refiero a edificios enteros con seis plantas dedicadas a ello. De un edificio en concreto, las plantas cuarta, quinta y sexta eran íntegras de doujinshis hentais de series conocidas, como Suzumiya (había un porrón), Lucky Star y mil series de colegialas. En cada planta había un aroma a hormonas en el ambiente, todo petado de tíos rebuscando entre los hentais. Tremendo, y yo por en medio.


En cuanto al merchandising de una serie, con Suzumiya es en plan masoca, hay por todas pero por todas las tiendas, pósters, carteles informativos con la imagen de Haruhi, CDs, desde la BSO a CDs de cada seiyuu del anime, y, cómo no, Aya Hirano. Brutal ^^. Con Lucky Star están haciendo lo mismo, por la calle y dentro de las tiendas pantallas de televisión con el anime, un par de revistas que han sacado aprovechando el éxito y han reeditado el manga con el estilo de dibujo del anime, ya que el del manga original era algo diferente. Muchos CDs del opening, los karaokes de los endings, mas CDs de Aya Hirano (estará forrada a este paso). Todo súper molón. Y como última curiosidad: han reeditado Dragon Ball y hay una pantalla en la calle con el capítulo donde Goku cuenta la muerte de su padre, y siempre hay gente parada mirando. Después de 23 años, sigue vivo el espíritu de Dragon Ball.
Madre mía, cuánto merchandising, cuántas revistas, cuánto manga, cuánto de todo. Me dejé llevar por el espíritu consumista nipón, y empecé a comprar revistas, libros, camisetas y mangas. Me gasté menos de lo que me pensaba, aunque mañana compensaré lo que no me he gastado hoy, ya que a Harajuku iremos a la calle correcta.

PD: No he mencionado a los stressman porque vamos a nuestra bola, y como uno de los stressman, Pablo2 (Pablo a secas el original es el de Valencia), se fue a España antes de venir a Tokyo, se ha suavizado la intensidad del stressman. Así que el final de viaje se ha relajado, nos quedan 3 días enteros en Japón. Eso es un suspiro.

matta ashita ^^

lunes, 27 de agosto de 2007

…Sapporo - Tokyo…

Bueno, se acerca ya la recta final del viaje, y ya se va notando: gente quemadilla y cansancio acumulado. Pero menos mal que nos queda Tokyo, que es brutal.



Hemos llegado a Tokyo este mediodía después de haber cogido otro avión, y pasear las maletas por los trenes y metros de Tokyo hasta llegar al Sakura Hostel. Para llegar ha sido un poco odisea, porque, listos que somos, no nos habíamos apuntado la calle donde esta el hostal. Cuando vamos a subir al taxi después de salir del metro, el taxista nos decía que hacia falta saber la calle, que con el nombre del hotel no bastaba. Al rato el taxista viene con un callejero y se pone a ayudarnos a buscar el hotel. Al ver que no lo encontraba nos ha dicho donde estaba la comisaría de policía para que nos dijesen donde estaba. A todo esto, con los maletones justo en medio de la calle. Cuando ya estábamos en camino, otra vez desconcierto. Saco el portátil para mirar el mapa de la web del hotel, y de la nada aparece un hombre que me empieza a decir dónde esta cada sitio que aparecía en el mapa y cómo llegar hasta allí. Más adelante en un parque donde había un montón de gente de cosplay, nos encontramos con españoles (de los muchos que hay aquí, somos una plaga), y una chica nos dice que su hermano esta con su novia japonesa y que sabe donde está todo. La llama, viene y nos dice exactamente cómo llegar.



Aquí la gente es súper simpática sin esperártelo, tremendo. Ha sido súper guay. Después de llegar al hotel y petar la habitación con las maletas, decidimos ir a Akihabara. Tremendo, es brutal, cuánta tecnología junta, barata, anime, manga, segas, y porno. Eso último abunda donde menos te lo esperas. La primera planta de una tienda son CDs de música. Subes a los pisos de arriba y es porno, subes otro piso y más.
Todo lleno de gente y eso que hemos llegado tarde. He tanteado el terreno y localizado las tiendas donde voy a ir para mirar con tiempo y sin prisas.
No voy a ir solo a Akihabara, quiero ir a Harayuku a comprar ropa no corriente; a Shibuya a ver la estatua del perro; a Yokohama para ver las localizaciones donde se grabó Tatta Hitotsu no koi (como la casa de Nao, el parque de la pelea o el taller de Kamen... Ir sólo para eso es una tontería, pero es una frikada que me gustaría hacer) y ver la torre de Kyoto, que ya he visto nada mas llegar pero de lejos.

Resultados de la búsqueda por Tokyo, en breve.

domingo, 26 de agosto de 2007

...Sapporo...

Bueno... no he escrito antes porque estaba perro. Estos dos días en Sapporo han sido poca cosa, hemos visto la ciudad (lo comercial, cómo no, lo que viene a ser el centro): la torre de TV de Sapporo, el jardín botánico o la torre del reloj.
Y ayer fuimos a un pueblo perdido al sur de Sapporo, a ver osos, vegetación y cosas de esas que hay en los parques naturales.




Después pillamos un tren que nos dejó en la punta del poblado, un pueblo con varios conbinis y un par de pachinkos, eso que no falte. Lo que había que ver del pueblo estaba en la montaña. Había que coger un bus que no cogimos cuando debimos, y no nos subimos al bus hasta que nos reventamos y nos dimos cuenta que eran 6 km de camino cuesta arriba. Como para ir andando.
El pueblo de la cima de la montaña era un pueblo turístico, con varios hoteles spa con aguas termales y muchas tiendas de recuerdos. Daba la casualidad que ese día era festivo y había muchos grupos de niños uniformados como una especie de majorettes. Había muchos puestecitos de comida a los lados de la calle principal, súper típicos y apetitosos.





El parque de los osos era un reciento en la cima de la montaña a la que solo se podía acceder por telecabina. Los osos estaban en fosas, rollo Jurassic Park. Un poco triste porque estaban un poco demacraos y algo explotaos, estaban amaestrados para pedirte comida. Para ello levantaban la pata como para decirte, “Ey, ey, estoy aquí. A mí, a mí.”. Y le tirabas un trozo de comida. También había una carrera de patos, algo trucada y los patos explotados, pero bueno, era lo que había.
Al bajar fuimos a los yacimientos de aguas termales. La zona es geológicamente activa y había muchos puntos donde brotaba agua ardiendo, con lo que en la zona de las montañas y alrededor de los yacimientos de aguas había olor a huevos podridos debido a la cantidad de azufre que emanaban. Aun así molaba mil, era súper bonito y todo el recorrido por en medio de las montañas para llegar a los sitios también.
Ese día cené de conbini, como viene siendo de costumbre. Y di por finiquitado Sapporo
Por cierto estoy coleccionando conbinis, exactamente “7 evelen”.

Mata ne!
(El guisante con paquete es la mascota de Sapporo. Están mal de la cabeza para elegir eso de mascota.)

jueves, 23 de agosto de 2007

…Hiroshima - Sapporo…

El día de hoy ha sido raro, como tiempo perdido, de transición. Toda la mañana la hemos dedicado a viajar a Sapporo. En avión, claro está. Pierdes mucho tiempo: que si bus hacia el aeropuerto, esperar a que llegue el avión, y, lo más sorprendente: el avión ha salido con retraso de quince minutos. Impuntualidad en Japón, eso es raro, raro, raro. Los stressman nos habían metido en la cabeza que solo podía pesar 15 kilos la maleta que embarcabas, con lo que he tenido que hacer una especie de selección de lo que metía dentro. Al final me pesaba más la mochila de equipaje de mano que la maleta en sí, he acabo baldado. Que ya ves tú, cuando hemos embarcado, la maleta de Mai pesaba 23 kilos, la mía 17 y no nos han dicho nada de nada. Tanta tontería para nada. Otra cosa que me ha llamado la atención es que no me han pedido ningún momento el pasaporte, ni para embarcar, ni para subir al avión. El avión era un Boeing 777-200, enorme para ser un vuelo doméstico interno. Era igual de grande que el que nos trajo a Japón desde Frankfurt.



En fin, que a las tres y pico estábamos en el aeropuerto de Sapporo. Con un percance mío, he perdido el papel que identificaba mi maleta como que era mía y me ha tocado firmar un papel diciendo que la maleta que me llevaba era mía. Na, que después de comer en el aeropuerto y pillar un tren a las cuatro, estábamos en el ryokan, lo que quiere decir que el día ya estaba prácticamente finiquitado. Solo nos ha dado tiempo a dar un paseo por la ciudad hasta la torre de TV de Sapporo, que es la torre que sale en todos los doramas que suceden en Hokkaido. He tenido el consumismo del día: me he comprado una camiseta y chocolate para cebarme (que me he pesado hoy en el ryokan, al fin, después de estar buscando un peso durante todo el viaje, y me ha dado trauma, menos de 67 kg, y no digo peso exacto). Hemos cenado los cinco justo debajo de la torre de TV. Han elegido ese sitio por la cerveza, así que después de beberse litro y medio cada uno de los stressman, la Mai y yo nos hemos vuelto porque no aguanto a los que se ponen borrachines. Al poco han venido queriendo que me fuera con ellos de fiesta, pero yo de fiesta nanai. Se han ido los tres de marcha y ya volverán. Mañana veremos como se plantea el día, porque pronostico una resaca sobre ellos. Me he quedado hablando con Esther y Pablo, que prefiero eso mil veces a lo otro.


Por cierto, qué ciudad más moderna, edificios altos, y manzanas cuadradas, como si la hubieran hecho desde cero. Llena de centros comerciales bajo tierra con su respectiva parada de metro. Y qué clima tan bueno en pleno agosto, he pasado frío y todo.

Bye-bee!