Ayer domingo, aprovechando que los valencianos se fueron a Tokyo a frikear y que en Japón el lunes, martes y miércoles es festivo, nos fuimos los cuatro a Nara.
Salimos pronto del piso, llegamos a la estación de Okazaki y, enseñando el pase del Japan Rail Pass pasas sin comprar ni pagar nada. Es una gozada te sientes como un VIP. Con él puedes subir a toda la línea JR de Japón. En Nagoya cogimos por primera vez el "shinkansen" que nos llevaría a Tokyo. A la hora de cogerlo había muchísimos shinkansen, uno cada 10 minutos para cualquier lado. Nos subimos a uno que era el más "lento" (ojalá los trenes de España fueran a esa velocidad), que lento no me pareció nada de nada. La diferencia con el rápido (el nozomi, que no lo podemos coger porque no lo cubre nuestro bono) es que tiene dos paradas intermedias antes de llegar a Kyoto. Ya en Kyoto pillamos otro tren que nos llevaba a Nara, y todo era como muy de anime y manga: las típicas estaciones antiguas, los pasos a nivel, el sonido de las barreras, las luces, la gente... Todo está bien reflejado en los mangas...
Ya en Nara fuimos al parque, que es gigante: contiene muchísimos templos, y lo mejor de todo y con lo que te quedas son los ciervos. Hay cientos de ciervos sueltos por todo el parque. Se les puede acariciar, darles comida y en estas fechas del año son muy pacíficos (supongo que en temporadas de celo la cosa cambia un poco). Aparte los ciervos están como amaestrados para que cuando le vas a dar una galleta de las que te venden te hagan una reverencia antes de comérsela. Y si tienes comida y un par de ciervos a tu alrededor, van sobre ti y te quitan la comida de las manos, son como las palomas en los parques de España, solo que las palomas no son monas.
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