domingo, 26 de agosto de 2007

...Sapporo...

Bueno... no he escrito antes porque estaba perro. Estos dos días en Sapporo han sido poca cosa, hemos visto la ciudad (lo comercial, cómo no, lo que viene a ser el centro): la torre de TV de Sapporo, el jardín botánico o la torre del reloj.
Y ayer fuimos a un pueblo perdido al sur de Sapporo, a ver osos, vegetación y cosas de esas que hay en los parques naturales.




Después pillamos un tren que nos dejó en la punta del poblado, un pueblo con varios conbinis y un par de pachinkos, eso que no falte. Lo que había que ver del pueblo estaba en la montaña. Había que coger un bus que no cogimos cuando debimos, y no nos subimos al bus hasta que nos reventamos y nos dimos cuenta que eran 6 km de camino cuesta arriba. Como para ir andando.
El pueblo de la cima de la montaña era un pueblo turístico, con varios hoteles spa con aguas termales y muchas tiendas de recuerdos. Daba la casualidad que ese día era festivo y había muchos grupos de niños uniformados como una especie de majorettes. Había muchos puestecitos de comida a los lados de la calle principal, súper típicos y apetitosos.





El parque de los osos era un reciento en la cima de la montaña a la que solo se podía acceder por telecabina. Los osos estaban en fosas, rollo Jurassic Park. Un poco triste porque estaban un poco demacraos y algo explotaos, estaban amaestrados para pedirte comida. Para ello levantaban la pata como para decirte, “Ey, ey, estoy aquí. A mí, a mí.”. Y le tirabas un trozo de comida. También había una carrera de patos, algo trucada y los patos explotados, pero bueno, era lo que había.
Al bajar fuimos a los yacimientos de aguas termales. La zona es geológicamente activa y había muchos puntos donde brotaba agua ardiendo, con lo que en la zona de las montañas y alrededor de los yacimientos de aguas había olor a huevos podridos debido a la cantidad de azufre que emanaban. Aun así molaba mil, era súper bonito y todo el recorrido por en medio de las montañas para llegar a los sitios también.
Ese día cené de conbini, como viene siendo de costumbre. Y di por finiquitado Sapporo
Por cierto estoy coleccionando conbinis, exactamente “7 evelen”.

Mata ne!
(El guisante con paquete es la mascota de Sapporo. Están mal de la cabeza para elegir eso de mascota.)

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