viernes, 17 de agosto de 2007

Despedidas, lágrimas y Kyoto...

Hoy ha llegado el día que no queríamos que llegase, el curso en Okazaki a llegado a su fin, lo que conlleva el supichu y las despedidas. Por partes. El supichu (del inglés speech), consiste en que, como cada dos jueves entra gente nueva y sale gente, pues cuando terminas el curso, se reúne la gente en el pasillo, tu tutora te entrega el certificado que te dice que has cursado X semanas en Yamasa y a continuación tienes que decir unas palabras. Como hoy terminábamos los españoles, los tres valencianos, y nosotros cuatro, hemos hecho como un supichu a la vez, para pasar más desapercibido si cabe. Ha estado muy bien, ha sido emotivo y nos ha dejado con una sensación rara a la vez.

Después de todo eso hemos vuelto al piso, hemos recogido todo lo que faltaba, que no era poco, limpiado y cedido unas 15 bolsas de basura a los vecinos, ya que el martes nos quedamos dormidos y no tiramos ni el burnable, ni el kami ni pura, res de res. Ya por la tarde sobre las seis hemos salido Mai y yo rumbo a Kyoto. Arturo y Miguel se habían ido antes porque querían ver cosas de una fiesta de Kyoto y no se que más. Ya ves tú, porque luego no han visto nada de nada. Tanta prisa y tanta historia para nada. La despedida de los valencianos, Esther, David y Pablo ha sido surrealista, súper seca y fría ya que el autobús no entiende de despedidas. Ya después de llegar a Kyoto se les ha echado mucho pero mucho en falta, y eso que solo habían pasado cinco horas. En fin, bajonazos de los míos. Menos mal que en tres semanas los tendré en Elche rondando ^^. Ya en Kyoto, después de haber cogido el "New Rapid" y el Shinkansen (lo vuelvo a decir, es la ostia), llegamos a la estación a buscar el bus 203, y ese bus no estaba. Con lo que al final, por la vía rápida (y no muy económica aunque no tan cara), buscamos un taxi y le dijimos que nos dejara en tal parada del bus. Listo de mí, sólo he apuntado la parada del bus y la línea, pero no la calle. Al final el taxista se ha aclarado y nos ha dejado en la parada del bus que tendríamos que haber cogido. Unos 740 yenes, no esta nada mal. Fallo numero dos: no teníamos mapa y no teníamos ni idea de que dirección andar para buscar el alojamiento. Menos mal que esto es Japón y ha sido sacar el portátil para entrar en la web del alojamiento y tener unas 6 wifis libres, así que en nada hemos localizado el sitio. Donde estamos alojados es súper cuco, porque es una casa de las antiguas en un barrio antiguo con sus calles caóticas y estrechas. El alojamiento es una casa de dos pisos con la casa de la mujer abajo y tres habitaciones arriba, todo rollo casero pero muy bien organizado. Y menos mal que tenemos al lado a nuestro inseparable y siempre recurrente conbini para comprarnos de todo a cualquier hora y por precios de risa. Poco más por hoy: cuando vea Kyoto de día se hará el parte correspondiente. Y, claro está, cuando la wifi "corega" me lo permita, a la cual sólo me puedo conectar teniendo el portátil en la ventana y estando yo de pie, ya que las paredes son muy gordas y no pasa la señal. >_<
Nota de hoy: Hoy nos ha dicho la dueña de donde nos alojamos, que cerca de Tokyo se han registrado 49º C, y en Okazaki 38º C más la humedad súper densa que hay allí, ha debido ser asqueroso, sudando por estar quieto y a la sombra. Menos mal que aquí con entrar a un sitio cerrado, sea el sitio que sea (tren, conbini, clase, casa...) estás a temperatura de criogenización.

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