martes, 21 de agosto de 2007

...Kyoto - Okayama - Hiroshima...

Josh!

Ya se terminó nuestro paseo por Kyoto de tres noches. La ciudad mola mil, como todas las de Japón. La zona comercial es increíble, pero increíble, muchísimas tiendas en calles interiores que están dentro de la manzana cubiertas por techos. Y por la parte tradicional pues lo que me esperaba, castillos, templos y más templos, el de oro, el de plata, el del agua y un par más.

Después de Kyoto fuimos en plan suicida de una noche a Okayama, vimos el castillo y el parque y nada mas, que no sé porqué fuimos pero lo programó el Arturo. En pasar la noche nos dirigimos a Hiroshima, o sea, donde estamos hoy. Nos quedamos dos noches y después a Sapporo.

El primer día en Hiroshima fue llegar, dejar los maletones en el hotel, arrinconados al fondo porque hasta las 3 de la tarde no se puede entrar a la habitación y hemos ido a visitar lo típico. El parque de la bomba atómica, donde esta la cúpula del edificio derruido por la bomba. La impresión que te da al llegar es sobrecogedora porque ves la destrucción que causó la bomba. E impresiona verlo en medio de los rascacielos y del estadio de béisbol.


A continuación, la plaza donde esta la llama permanente en recuerdo a las victimas de la bomba. Justo enfrente esta el museo de la catástrofe. Que más bien la mitad es un museo, la otra mitad es morbo y gore, porque te empezaban a contar lo que les sucedía a los supervivientes de la bomba, qué les pasaba día tras día, cómo se iban deteriorando y muriendo. Maniquís de niños que recreaban como estaban de quemados después de la bomba, las ropas que llevaban, como se encontraban los familiares después de la catástrofe y los que murieron años después por la radiación.



Cuando terminamos de ver el museo entero con el audio guía, (Nota: Cuántos españoles que hay por todos lados...), vimos el castillo de Hiroshima, como no, reconstruido desde cero porque después de la bomba solo quedaron en pie 6 edificios ya que eran de hormigón. Como el de Okayama: por fuera es un castillo antiguo de madera pero por dentro estructura de cemento y con ascensor, súper de la época antigua. (Primera foto: castillo de Hiroshima. Segunda foto: Castillo de Okayama)


Y como en todas las ciudades de Japón, hay entradas hacia el subsuelo que no sabes a dónde te llevan: puede ser un paso subterráneo para cruzar al calle, la entrada a un centro comercial subterráneo (que hay muchísimos), la entrada al metro con un centro comercial de serie... Súper molón, es una aventura meterse bajo tierra, recomendable. Cuando estéis en Japón y veáis una entrada hacia abajo, entráis.

Desde el octavo piso del hotel en Hiroshima con unas vistas chulas al río y a los puentes, os digo: Enjoy!!

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