jueves, 30 de agosto de 2007

…Tokyo - Nagoya - Aeropuerto…

No se si me he saltado algún día o algo, pero estoy perdido, ahora mismo estoy en el aeropuerto, en una sala que no lleva a ninguna parte, sentado en el suelo mientras limpian una y otra vez el suelo con una maquina super ruidosa, son las 3 de la madrugada, asi que estoy en la tontuna. Estoy junto a un canadiense, dos coreanas y un francés. Hoy si ya puedo decir que nuestro periplo de mes y medio por japon a llegado a su fin. (centro de comunicacion del aeropuerto xD)

Arrrrrg, anem a vore. Llegamos a Nagoya el miércoles a medio día, después de haber cogido el shinkansen más lento, tardo 3 horas ya que era al kodama, el hikari tardaba 2 horas y 20 minutos. El ryokan no estaba mal pero la vieja que lo regenta es algo bruta y con escasos modales. Ese día hicimos “día remember”, y fuimos de nuevo a Oasis21 (ya fuimos con Pablo y Esther, que recuerdos ^^) que es donde estaba el Pokemon Center y la tienda de los estudios Ghibli, para comprar los últimos regalos. Cenamos el okonomiyaki en el centro comercial subterráneo (como todo lo que hay en Japón) de enfrente de la estación de Nagoya.



Al día siguiente, o sea hoy, Arturo y Miguel regresaron a España, y nosotros nos fuimos con los dos muertos que son las maletas a la estación de Nagoya para dejarlas en una consigna. Aprovechamos el día para ver el castillo de Nagoya y un templo. El resto del dia hasta las 8 de la tarde, dando vueltas y comiendo por ahí, que gracias a ello descubrimos que no hay tantos japoneses si no que son los mismos que dan vueltas, porque nos cruzamos a las mismas personas varias veces. Nos hemos quedado sin ni un yen a día de hoy, lo poco que nos quedaba nos lo hemos gastado en la entrada al castillo de Nagoya y en los metros, hasta quedarnas con 0 yenes encima. Y nada más, hemos venido al aeropuerto, ya que la abuelita del ryokan nos dijo que imposible quedarnos una noche más, con lo que nos ha tocado hacer noche en el aeropuerto y esperar a coger el vuelo a las 10.30 de la mañana. Espero que los maletones que llevamos nos las pasen como si nada, y no se pongan tontos con el peso.


Hasta dentro de muy poco.

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